¿Alguna vez has sentido que tus gustos, posturas, formas, posiciones no son compatibles con los de tu pareja? Si la respuesta es afirmativa es posible que tengáis incompatibilidad sexual.
Se puede averiguar de varias formas la más sencilla es si con los años las relaciones han ido a menos (algo absolutamente normal cuando llevas mucho con tu pareja) pero además de eso son siempre insatisfactorias.
¿Cómo se soluciona la incompatibilidad sexual?
Lo primero que debes hacer es no rendirte. Piensa que hay muchas formas de disfrutar del sexo. Quizá no todas las de tu pareja te gusten o quizá ninguna, pero siempre se pueden experimentar y buscar la solución.
Podéis probar a disfrazaros, a jugar con juguetes, a ceder un poco cada uno para que la relación sea más satisfactoria. Si todo eso falla recurrir a terapia sexual de pareja.
Desde que formamos nuestros gustos sexuales nos hacemos a la idea de cómo son nuestras posturas, caricias y sensaciones eróticas a la hora de hacer el amor. Un cambio en este esquema puede afectarnos de forma negativa, es lo que ocurre cuando nos juntamos con una persona de gustos sexuales opuestos. Experimentar sensaciones nuevas en pareja es una tarea difícil y que nos llevara bastante tiempo, pero no tenemos que dar todo por perdido nada más comenzar, el camino puede ser agradable y placentero, solo debemos dejarnos llevar.
También existe la llamada incompatibilidad sexual temporal. Por ejemplo en una pareja, él se levanta con una erección matutina y quiere un poco de sexo pero ella no. Esto lleva a situaciones molestas. Otro ejemplo es que al llegar a casa uno está cansado y otro quiere hacer el amor con más ganas que nunca. Estas situaciones pueden llevar al rechazo causando gran malestar y sensación de agobio.
La incompatibilidad sexual existe en las relaciones de pareja y aunque no es un problema muy grave si puede a la larga acabar con la misma si no se sabe cómo tratarlo. Lo mejor es averiguarlo y poner solución cuanto antes.